Gracias a la calma y belleza de su naturaleza, las Islas Canarias se han convertido en uno de los destinos favoritos para quienes desean practicar el mindfulness y otras formas de meditación y yoga. Sea de forma dirigida o por libre, en exterior o en instalaciones y alojamientos especialmente diseñados para ello, el archipiélago permite vivir el aquí y ahora y combinarlo con actividades como el surf, el submarinismo o el trekking.
Estar aquí y ahora. La atención plena. Este es, en pocas palabras, el concepto al que se refiere el mindfulness, algo muy fácil de describir, pero en ocasiones difícil de llevar a cabo, sobre todo en la sociedad de la hiper estimulación digital en la que vivimos. Sin embargo, el mindfulness ofrece también el método para lograrlo, con técnicas de gestión de las emociones, las reacciones, las actitudes y el pensamiento para poder así llegar a la conciencia plena.
Las Islas Canarias son un entorno especialmente propicio para la desconexión que requiere el mindfulness. La calma y la majestuosidad de sus estremecedores paisajes volcánicos, los profundos barrancos, las playas vírgenes e impresionantes acantilados, sus frondosos bosques, los bellos amaneceres y ocasos, ambientes que ayudan calmar nuestra mente y vivir el aquí y ahora.
Pero, además, el movimiento mindfulness en las Islas Canarias está representado por numerosos grupos y asociaciones que ofrecen retiros en prácticamente todas las islas, combinándolo con actividades como el surf, el submarinismo o el trekking.
En Tenerife existen algunos de los mejores lugares del mundo para desconectar y conseguir la paz mental gracias al paisaje y el mindfulness. En la isla se encuentra el pico más alto de España y tercer volcán más elevado del mundo, el Teide, cuyo ascenso es asequible para personas con cierta forma física. Observar la salida del sol desde su cima es un espectáculo que muchos eligen para practicar meditación. Para quienes no deseen ascender a estas altitudes de casi 4.000 metros, el paisaje lunar de los alrededores también ofrece innumerables puntos en los que hacerlo. Lo mismo ocurre en la playa de Antequera, una de las más recónditas y aisladas de la isla, a la que se puede llegar caminando a través de un sendero de difícil acceso, por lo que la mejor opción es ir en alguno de los barcos que parten de Santa Cruz o de San Andrés. Y si preferimos la práctica en grupo, Estilo Verde en Güímar ofrece retiros de yoga, mindfulness y meditación en pensión completa entre montañas volcánicas, granjas de aguacates y el océano Atlántico.
Gran Canaria
Gracias a su gran variedad de paisajes, Gran Canaria es considerada un continente en miniatura: el norte es verde y frondoso, mientras que en la costa sur el paisaje es más austero. Consta de picos montañosos de casi 2.000 metros de altitud, como el Morro de la Agujereada, que ofrece increíbles vistas que nos dejan sin respiración y atrapan nuestros pensamientos. Lo mismo ocurre en playas como la de Guayedra, cuyas aguas transparentes crean un dramático contraste con el acantilado que las enmarca, o la de Güi Güi, de arena volcánica negra y espectaculares vistas al Teide. Además, existen retiros especialmente diseñados para la práctica del mindfulness como el de Mahalo Healthy House, en Las Palmas de Gran Canaria, la capital insular. Durante ocho días, ofrece 19 horas de clases de yoga, mindfulness y talleres holísticos, así como cuatro visitas a diferentes parajes de la isla.
Lanzarote
El paisaje de Lanzarote es extraordinario: cientos de volcanes, campos de lava, playas paradisiacas de aguas turquesas, encantadores pueblitos de casas blancas y valles tapizados por palmeras en los que perderse para dejar atrás las preocupaciones cotidianas. Una ruta de apenas 10 kilómetros de fácil recorrido a pie nos permite llegar hasta el cráter de Caldera Blanca donde, en las horas de menor afluencia, se puede disfrutar del mindfulness en un entorno absolutamente excepcional. En el sur de la isla, a apenas cinco minutos en coche desde Playa Blanca, las piscinas naturales de Los Charcones son un lugar ideal para la práctica de la meditación después de un reconfortante baño gracias a la casi absoluta soledad. En el interior de la isla, rodeado de viñedos, Shama Retreats ofrece retiros de meditación, mindfulness y sanación con alojamientos en cabañas dobles y menús veganos y vegetarianos.
Fuerteventura
La isla de Fuerteventura es arena y mar en estado puro. Cuenta con más de 150 km de playas extensas y paradisíacas, entre las cuales hay muchas apenas frecuentadas y con espectaculares puestas de sol, enclaves ideales para practicar disciplinas como el yoga, la meditación o el mindfulness. Una de ellas es la playa de La Concha en el islote de Lobos, situado a tan solo 15 minutos en barco desde Corralejo, en el norte de Fuerteventura. Este Parque Natural, en el que hace años habitaban colonias de lobos marinos, es hoy un auténtico refugio de serenidad donde olvidarnos del estrés diario. En cuanto a actividades de mindfulness organizadas en Fuerteventura, la Casa de La Pared ofrece 11 días de Mindfull Surf y Yoga. El retiro consiste en sesiones diarias de yoga y meditación, así como seis clases de surf. El material para practicarlo, así como el alojamiento y los menús (veganos), están incluidos.
La Palma
En La Palma son sus cielos los que nos permitirán soltar amarras, pues ofrecen unas condiciones inmejorables para la observación de las estrellas, no en vano están protegidos. Desde el Roque de los Muchachos, a 2.420 metros de altitud y con uno de los observatorios astrofísicos más completos del mundo, tendremos la sobrecogedora sensación de estar más cerca que nunca del universo. Esta isla se erige como un lugar ideal para la práctica de disciplinas que requieren desconexión y calma.
La Gomera
Barrancos de vértigo, valles cubiertos de verdes palmeras, playas de arena negra y aguas cristalinas, frondosos bosques milenarios con manantiales… Así es La Gomera, una isla que, con 650 kilómetros de senderos, alberga un ecosistema que pervive en muy pocos lugares del mundo: la laurisilva. Se trata de una formación vegetal propia de la era terciaria que se extinguió en la mayor parte del planeta, encontrando en esta isla un refugio gracias a sus especiales condiciones climáticas. Pasear por La Gomera es mindfulness sin buscarlo. Además, el Parador de La Gomera ofrece retiros, yoga, detox y meditación, que incluyen el alojamiento, así como alimentación depurativa, masajes tradicionales, charlas y excursiones por la isla.
El Hierro
Meditar bajo el agua es posible, e incluso más placentero si cabe. Y La Restinga en El Hierro es, probablemente, uno de los mejores lugares del mundo para hacerlo. Esta zona de aguas protegidas, ya que estamos en el Mar de las Calmas, una de las tres Reservas Marinas de las Islas Canarias, posee un paisaje volcánico submarino espectacular, hogar de una enorme diversidad de especies. Freediving El Hierro ofrece clases de freediving y meditación impartidas por el submarinista profesional Francisco del Rosario. El curso, explica, “no es cuestión de acrobacias, sino de relajarse a un nivel más profundo para poder llegar más adentro de nosotros mismos”.
La Graciosa
Carreteras sin asfaltar, sus playas doradas, las pequeñas casas de pescadores y el mar turquesa que la rodea convierten a La Graciosa en el lugar ideal para quienes buscan silencio, la belleza de la naturaleza, sol y mindfulness. La octava isla canaria, y la más pequeña, cuenta con unos 700 habitantes y una calma que embriaga, el entorno perfecto para unas vacaciones de relajación.