Estuvimos hablando con Iván Monzón, ¿El motivo? su reciente obra “El Portal del Nublo”, editada por Bilenio Publicaciones.
Tras la cálida acogida que tuvo en su presentación en la 34ª Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria, en donde se colocó rápidamente como una de las más vendidas, se ha venido labrando posteriormente una exitosa trayectoria en su paso por las librerías, tanto en ventas, como en valoraciones de los lectores.
Aquí les dejamos su entrevista, esperamos que les guste tanto como a nosotros.
¿De dónde surge la idea de este libro “El portal del nublo”?
La idea del libro nace de muchas fuentes e ideas. Soy un lector empedernido gracias a mi familia, que me ha inculcado el valor de la lectura.
Cuando era pequeño leía libros muy adelantados para mi edad, sobre todo mucha literatura fantástica. Este género me ha ayudado a descubrir como reinventar conceptos a través de la propia escritura, quizás es una manera de reinventar historias o modos de vida.
En el caso del “Portal del Nublo” tenía la sensación de que el tema sobre el que iba a escribir aún no se había tratado.
Un día estando con mi mujer en la zona del Nublo, en Tejeda, mirando “la ventana del Nublo” me llegó la inspiración y la asociación con un portal del tiempo. Me pareció interesante escribir sobre mitos y leyendas canarias, y a partir de ahí me puse a investigar.
¿Qué parte hay de ficción y que parte de documentación?
Es una mezcla, una fusión literaria. En algunos casos los mitos son existentes y en otros me los invento.
Preferí no ser pulcro y mezclarlos entre ellos, llevarlos a los intereses de la trama y al mismo tiempo que no perdieran valor. Pensé que así podían tener un componente pedagógico y divulgador.
Intenté aprovechar una serie de figuras mitológicas, basadas en mitos reales, mezclados con la libertad creativa del escritor.
Lo que hice fue coger las singularidades de cada isla canaria y reflejarlas en un mito, para que cada persona de cada isla pudiera verse reflejada, por ejemplo el mito de Tamarán en la isla de Gran Canaria o Achinech que es el nombre aborigen de la isla de Tenerife.
Lo que traté de reflejar en cada personaje son los valores que tiene cada isla canaria.
Mas allá de quien te lee ¿Qué te aporta escribir?
Siempre me he planteado la escritura como un hobby, no me veo capacitado para llamarme escritor y mucho menos artista.
Escribir me aporta mucha calma, responde a un interés personal, a algo que me apasiona. También ha cubierto mi curiosidad con la labor de investigación que tuve que hacer para este libro.
Otra motivación fue la divulgación de conocimiento. Todo el mundo conoce “la espada de Arturo o al mago Merlín” pero ¿cómo puede ser que en Canarias haya tanta gente leyendo mitología y nadie conozca la que tenemos aquí? Estamos en un mundo tan globalizado que conocemos muchas más cosas que están a miles de kilómetros y nadie conoce las que están aquí.
Con tanto estímulo visual ¿crees que los libros están abocados a su extinción?
Si me hubieses preguntado esto antes de la pandemia, te hubiese respondido que probablemente sí. Creo que si algo ha tenido de positivo la pandemia es que ha reivindicado valores como el de la literatura.
Lo que te aporta un libro no te lo aportan otros medios de expresión cultural.

¿Crees que Canarias es un referente cultural?
Canarias podría ser un referente cultural, aunque hay mucho trabajo por hacer. En Canarias se genera mucha cultura y hay mucha industria cultural, pero aún falta esa potenciación o un mayor impulso para que la cultura que tenemos en Canarias pueda ser mayor referente.
Yo te diría que habría que estrecharlo al turismo. Canarias tiene un valor exportador cultural muy grande, hay singularidades aquí que son únicas en el mundo, que vienen de los paisajes y de su idiosincrasia, de su forma de ver la vida.
¿Tienes en mente ya una próxima obra?
Sí ya tengo algo preparado, a falta de una revisión final. Es una historia más ambiciosa, no es de nicho sino es más abierta. Es una historia que empecé a desarrollar cuando tenía 12 años y la terminé el año pasado. Es una historia de fantasía pero que mezcla la ciencia.
Una entrevista de Carolina Liébana